Parashá Ekev  

Devarim 7:12-11:25 " A causa de"

 16 de agosto de 2025/ 22 de av de 5785

Pr: David Betancourt

Huella de la Obediencia.

La Parashá Ekev, cuyo nombre significa "a causa de" o "como consecuencia", abre con una poderosa verdad espiritual: las bendiciones son la consecuencia directa de escuchar y obedecer los mandamientos de Elohim. Moisés recuerda al pueblo que no será por su propia justicia ni por su fuerza que heredarán la tierra, sino por la fidelidad del Señor y su amor eterno hacia el pacto hecho con sus padres.

El recorrido por el desierto es presentado como una escuela de formación espiritual: el maná que caía cada día, la ropa que no se desgastó en cuarenta años, el agua que brotó de la roca. Cada milagro fue una lección de dependencia absoluta en Elohim. Moisés advierte: la prosperidad futura no debe borrar las lecciones aprendidas en la escasez.

Se confronta el orgullo y la idolatría, recordando el grave pecado del becerro de oro. Sin embargo, también se exalta la misericordia de Elohim, que responde a la intercesión y al arrepentimiento sincero. 

Yeshùa confirma la esencia de Ekev cuando declara: "No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Adonaí" (Mateo 4:4). Él es el Pan de Vida que sacia para siempre, Yeshúa cita este verso al rechazar la tentación, mostrando que la verdadera vida no depende solo del alimento físico, sino de obedecer y confiar en cada palabra que procede de Elohim. Así, la fe y la obediencia son el sustento que da vida eterna. y también el cumplimiento vivo de las promesas hechas a Abraham, Isaac y Jacob.

Hoy, en un mundo que glorifica la autosuficiencia y la independencia del Creador, Ekev nos recuerda que todo recurso y toda victoria vienen de Elohim. La gratitud, la memoria y la obediencia son llaves para mantenernos firmes tanto en el desierto como en la abundancia.

Conclusión:

Ekev nos enseña que la verdadera recompensa no es solo lo que recibimos, sino quiénes nos convertimos cuando vivimos en fidelidad. Cada paso de obediencia siembra bendición en nuestra vida y en la de otros. El desafío contemporáneo es vivir con humildad, gratitud y dependencia total en el Eterno, de manera que la consecuencia de nuestra fe no sea solamente prosperidad externa, sino un carácter transformado a la imagen del Mesías.

Shabat Shalom!

¡Bendiciones!